¿TRADICIÓN, JUEGO INOCENTE O MALA ENSEÑANZA?
Conozcamos más de la tradicional fiesta del Halloween, lo cual nosotros relacionamos con disfraces, calabazas y grupos de niños pidiendo dulces. Hay personas que piensan que no debería celebrarse en Chile, puesto que es una fiesta extranjera y también, hay algunos que ven esta fiesta como un juego para que los niños se entretengan y salgan de lo común. Sin embargo, pocos se han preocupado de averiguar y comprobar los orígenes de tal celebración, que cada año tiene más adeptos.
El Halloween tiene su origen en lo que se conoce como Reino Unido, Irlanda y el norte de Francia. Allí vivían los celtas, grupo de pueblos politeístas, los cuales creían en la reencarnación, estudiaban el vuelo de las aves y restos de animales sacrificados para adivinar el futuro y posiblemente, sacrificaban seres humanos a sus diferentes “dioses”. La clase sacerdotal eran los druidas, los cuales celebraban el Año Nuevo el 31 de octubre, con una fiesta a Samhain, su dios de la muerte. Ese día era el último día de la cosecha y el principio del invierno. Los celtas creían que Samhain o Samán le permitía a las almas regresar a sus casas esa noche. Para mantener a esos espíritus contentos y alejar a los malos espíritus los celtas dejaban comida o dulces fuera de sus hogares. Esta tradición se convirtió en lo que hoy se conoce como trick or treat (dulce o travesura)
Pero los espíritus no solo eran apaciguados o alejados por la comida. También se encendían grandes fogatas, donde quemaban animales, cosechas y posiblemente, seres humanos como sacrificios. Durante la celebración algunos usaban disfraces, hechos con la cabeza y piel de animales. También se encendían antorchas y se usaban máscaras para espantar a los malos espíritus. En la fiesta a Samán, se practicaba también la magia, la adivinación por el vuelo de las aves (ornitomancia) o por las entrañas de los animales. (Aruspicina)
Cuando los romanos conquistaron a los celtas, estos influenciaron el mundo céltico con su festival a la diosa romana de la cosecha, llamada Pomona. Posteriormente, llegó el catolicismo, que en vez de reprimir estas fiestas las absorbió, y estableció el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos. De esta forma mezclaron estas fiestas, con el objetivo de transformarlas en una fiesta religiosa. Sin embargo, un gran número de celtas no aceptaron las tradiciones católicas y por esa razón, actualmente se celebra el Halloween.
El Halloween llego a América aproximadamente en el año 1800, cuando llegaron inmigrantes desde Irlanda y Escocia e introdujeron esta fiesta a Estados Unidos. En este país, se produjo una mezcla con el SATANISMO. Imagínese una fiesta, que tuvo su origen en un pueblo que adoraba varios dioses, que creían en las ciencias ocultas y sacrificaban animales y además, mezclada con el satanismo. Comenzaron en Estados Unidos, principalmente, crímenes horrendos que ocurrían en la noche del Halloween –y siguen ocurriendo- y aún en Chile ocurrió el caso de una joven que asesinaron en esta fecha.
Ahora le invitamos a comparar esta información resumida de la historia del Halloween con lo que Dios nos enseña en la Santa Biblia , en la cual no puede haber ninguna mala enseñanza, por supuesto. La Biblia , además es el libro consultado en las religiones más conocidas y por lo tanto, sería contradictorio que un creyente celebrara este tipo de fiestas. Sabemos que esta fiesta se originó en la celebración que los celtas dedicaban a Samán, que era el dios de la muerte que ellos tenían. Los celtas creían en varios dioses, es decir, que eran idólatras, lo que contradice la enseñanza cristiana que nos presenta un solo Dios, el Creador. “Yo el primero y yo el último, y fuera de mí no hay Dios” (Isaías 44: 6); “antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí” (Isaías 43: 10); “y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí” (Isaías 45: 21); “Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo….” (Deuteronomio 32: 39)
Como segundo punto, los celtas practicaban la magia, la adivinación y probablemente, sacrificios humanos. Todas estas prácticas fueron prohibidas por Dios: “No sea hallado en ti, quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni fraguador de encantamientos, ni quien pregunte a pitón, ni mágico, ni quien pregunte a los muertos. Porque es abominación (digno de ser condenado) a Jehová cualquiera que hace estas cosas…” (Deuteronomio 18: 10 y 11) En el libro de Apocalipsis, hay dos sentencias contra los hechiceros e idólatras (capítulo 21: 8 y 22: 15), estas sentencias confirman que Dios condena dichas prácticas.
En tercer lugar, el único que tiene potestad sobre los espíritus es Dios. La Biblia nos deja bastante claro lo que sucede con todos los espíritus de las personas que mueren. “y el polvo se torne a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12: 7) Estas palabras nos enseñan que el espíritu de la persona que muere vuelve a Dios, porque fue Dios quien le dio ese espíritu. Luego, dice la Biblia lo siguiente: “porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en el olvido. También su amor y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en este siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.” (Eclesiastés 9: 5 y 6) Nos queda bastante claro que los muertos no tienen más participación en el mundo de los vivos, es decir, en nuestro mundo. Por lo tanto, es una falsedad absoluta que los espíritus anden visitando o cuidando a sus parientes y penando porque quedaron con asuntos pendientes o tuvieron una muerte muy trágica. Dios tiene dominio sobre todos los espíritus de las personas que se mueren y no se va a estar prestando para juegos, ni les va a dar permiso a los muertos para que visiten o asusten a los vivos. Por lo tanto, es poco probable el contacto de los seres humanos con los espíritus de los muertos, sobre los cuales sólo Dios tiene dominio y autoridad.
Estimado lector, es muy común en el mundo, celebrar cualquier cosa que parezca divertida, sin averiguar antes el verdadero significado y origen. Si comparamos estas tradiciones o fiestas con lo que Dios nos entrega mediante la Santa Biblia, nos daremos cuenta que estos tipos de celebración no tienen su raíz en la verdadera fe y que, además no constituyen ninguna enseñanza positiva para nuestros hijos. El Halloween lo que hace es entregarnos la idea, entre juegos y disfraces, que puede ser posible el contacto de los espíritus con los seres humanos, es decir, promueve el ocultismo. No debemos olvidar que está estrechamente ligado al culto al diablo. Además, es la segunda fiesta que más vende en Chile, después de la navidad.
El sociólogo y experto en sectas, Humberto Lagos, hizo notar que el Halloween esta directamente relacionado con el SATANISMO y que también promueve antivalores que se están manifestando en los niños que no les dan dulces, los cuales ensucian y destruyen parte de las casas donde se le han negado las golosinas. El experto dijo que si bien no hay tantos crímenes como en Estados Unidos, se realizan rituales satánicos la noche de Halloween en nuestro país. Lagos aseguró que esta celebración, considerada como un juego, puede dañar nuestra identidad nacional y los valores que le entregamos a nuestros hijos y aconsejó a los padres a tener la capacidad de hacer discernir a los niños desde pequeños que significado tiene lo que están jugando. También resalto el negocio que hay detrás de esta fiesta extranjera que induce a COMPRAR disfraces y dulces, sin analizar el trasfondo del asunto.
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